Sábado 23 de septiembre, comienza el otoño y comienza la temporada de baloncesto. A mitad de tarde uno tiene la opción de elegir entre la final del mundial femenino en Brasil entre Australia y Rusia, también tenemos la presentación de la nueva temporada de la ACB con el concurso de mates, triples y la final de la Supercopa entre el anfitrión Unicaza Málaga y el Tau Vitoria.
Pero yo elegí ver el primer partido de mi equipo en la LEB, maldita la hora y maldita competición de equipos mediocres. El CAI Zaragoza se encargó de desilusionarme nada más empezar la temporada. Delante de un equipo muy malo, nosotros hemos sido aún peores, sin acierto en el tiro exterior, sin rebote en defensa ni en ataque, sin saber a que jugabamos. El partido llega a los últimos segundos con el resultado de Aguas de Valencia Gandia 64 y CAI Zaragoza 62, en ese momento sale a pista el Joaquín Colom tercer base, que no habia jugado en todo el partido, para solucionar la papeleta, la jugada no sale bien aunque saca una falta, pero solo consigue un tiro libre. Al final Aguas de Valencia 66 CAI Zaragoza 63.
No se que hemos hecho los aficionados zaragozanos al baloncesto para merecernos este espectáculo, un penoso equipo en un penoso pabellón frente a un recien ascendido, mientras en Málaga o por la TVE2 disfrutaban del mayor espectáculo del baloncesto europeo. Nos queda por delante otra triste temporada en esta triste categoría.
Lo único positivo, mi hijo ya mete la pelota por la canasta del parque.
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